Siempre que hablamos de los tres pilares imprescindibles para educar y convivir con un adolescente, hablamos de Cariño, Paciencia y Tiempo. Pero para que estos tres elementos funcionen , nosotros tenemos que estar bien y para estar bien hay que estar equilibrado en emociones , cuerpo y alma. Ya sé que ahora estáis pensando que se me va y que todo esto de lo que hablo es muy abstracto y difuso , pero no lo os es tanto.
Todas ( y todos) los que estáis leyendo esto convivís con por lo menos un adolescente , así que a todas os suenan historias como esta:
" Son las 7:00 am, suena el despertador , te diriges a la habitación de tu hijo a despertarlo para ir al instituto, abres la puerta y desde detrás, de una montaña de ropa , zapatillas y restos de comida, sale una voz cavernosa que dice: Que te pires pesada , ya voy cuando suene mi alarma . "
En ese momento necesitas estar muy bien de emociones , para controlarte y no lanzar uno o dos zascas , de esos que están llenos de veneno , y que tu sabes que están llenos de veneno, por eso te apetece lanzarlos , cuan bomba atómica, a pesar de los daños que se van a causar. Necesitas estar muy bien físicamente para que no te de un ictus, de la rabia acumulada . Y estar bien de alma , de tu yo , de poder decirte tranquilamente eso de "es mi hijo y lo quiero ". Si esos tres pilares no están bien , no funcionará lo de la Paciencia , el Cariño y el Tiempo . Vamos que para convivir con un adolescente debes de prepararte como si fueras a correr un marathon y cuidarte. Cuidar tu alimentación y hacer ejercicio , por lo de " mens sana in corpore sano " . Hacer meditación , y entrenar el autocontrol , y es que los adolescentes son expertos en ponernos al límite . Y mimarte , sin sentirte culpable de ir a la peluquería , al spa o a donde necesites. Aunque suene egoísta , para ser "buena educadora" no tienes que sacrificarte y hasta inmolarte por tus hijos, solo tienes que estar bien.
