23 Abril, Día del Libro y las redes sociales se llenan de publicaciones que cuanto menos podríamos definir de "postureo máximo", en las que resulta que todo el mundo alardea de sus momentos de lectura y no de una lectura cualquiera si no de una lectura consistente . Resulta que todo el mundo cuando llega de trabajar se sienta en un sofá a leer a Pío Baroja o a Unamuno. Yo lo siento pero no me lo puedo creer. No me puedo creer que después de un día de trabajo y de lidiar con sus hij@s, todo el mundo se tumbe a leer un buen clásico del 98. Entonces, ¿quiénes son los que ven la tele y suben la audiencia de programas como Supervivientes? Por cierto, este año lo de ver como Isabel Pantoja se trasforma en la isla, va a ser todo un reto.
Yo he sido una gran lectora y digo he sido porque mi situación actual me ha alejado peligrosamente de los libros, que siguen en mi mesilla de noche esperándome. A día de hoy comienzo mi jornada laboral como a las 7 de la mañana despertando a la adolescente para que cumpla con su agenda de clases.
Después sacar a las mascotas, preparar el desayuno, llevar a la adolescente al instituto, cuando llego al despacho a las 9 ya estoy cansada. Pero aún me queda la jornada laboral de mañana, recoger a la adolescente y hacer la comida. Y a las 4 empiezo la jornada de tarde en la academia, que termina a las 8.30. Al llegar a casa aún me toca sesión de redes sociales, blog y demás, que es otro trabajo, os lo puedo asegurar.
Las tardes me las paso explicando Sintaxis, Literatura o Historia de España en versión super-educida, tipo el rincón del vago pero personalizado, a la carta y sin gazapos. Lo que ha hecho que mi sistema de lectura sea el de "lectura rápida". Con este panorama es imposible que cuando llegue a casa me apetezca abrir un libro, y eso que yo desde que dejé la universidad he abandonado la generación del 98. Y desde que pase la barrera de los 35 no me corto en decir que Gabriel García Márquez o el Señor Premio Novel, Mario Vargas Llosa, son un poquito espesos. Ahora en mi mesilla de noche me esperan lecturas más ligeras, libros inspiradores, de coaching y muchos de educación, (me encanta Fernando Alberca, o Raphaelle Giordano). También tengo alguno de alguna istamom, como el de Lucia B, No me da la vida. En la mesilla también tengo a Marta Rivera de La Cruz, pues, aunque ya me los he leído todos, me encanta reelerlos así a cachitos. Pero mis libros se quedarán esperando al verano con su tiempo libre y sus largas tardes de tumbona debajo de un árbol o de una sombrilla. De vacaciones es cuando leo y releo de todo. Por ahora mi plan de ocio se centrará en ver a la royal Megan Markle en Suits y os confieso que también seguiré lo de Supervivientes, en la medida de lo posible, para ver a la Panto.
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