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  • Foto del escritorMARTA ESTA HARTA

Mamá todos "pueden" menos yo.









No hace falta que os cuente que cuando tienes hijos eso de la rutina y el orden desaparecen de tu vida , a cambio inicias una vida llena de emociones y si tus hijos están en la franja de edad de entre 12 y 18 años , ya ni os cuento. Porque vivir con un adolescente es estresante y agotador , pero también realmente divertido, porque,  como ya os dije en más de una ocasión, a través de tu hij@ vives una segunda adolescencia , pero esta vez desde una cabeza más vieja y sabia.

Y todo este preámbulo para hablar de esos adolescentes que llevan contando las mismas cosas a lo largo de la historia , ¿sabéis que los romanos ya escribían sobre sus adolescentes? ¿ y que sus quejas no distaban mucho de la de cualquier madre cuarentañera del SXXI?.

Hoy  voy a hablar de esos hijos e hijas que se quejan porque: “todos pueden hacer muchas más cosas que ellos y tú eres una madre o padre “chungo” que te estás cargando su vida social” (palabras textuales). Seguro que a todas os suena estás palabras que vuestros hijos sueltan por la boca , cada vez que les dices que no a sus disparatadas ideas como las de salir toda la noche , ir a las hogueras de la ciudad de al lado, traer al novio a casa o pasar un finde de camping con las amigas , aunque sólo tenga 16 años.. Su principal argumento es que “todos lo hacen”, todos duermen con sus novios, todos salen, todos tienen su tarjeta de crédito, todos van de festivales, y todos son libres  menos tu pobre hij@, que es un  “paria social” por tu culpa. Y sino le crees, pregunta a otras madres, te suelen retar, y  cuando  llamas a otra madre y esta desmiente “la teoría del todos” y  se solidariza contigo reafirmando tus horarios. Entonces es que esa madre quiere quedar bien contigo y miente, porque su hija puede pasar tres días de botellón y nadie le dice nada y eso lo sabe muy bien tu hijo, que lo sabe todo.

Y pueden estar con este discurso día y noche , como martillo pilón para ver si consiguen lo que quieren o por convencimiento o por agotamiento, pero la idea es salirse con la suya . Y lo peor, es que suelen conseguirlo porque las madres ( malasmadres) y los padres ( buenospadres) no estamos preparados para el martillo pilón y estamos demasiado cansados para entrar en el cuerpo a cuerpo, y ellos lo saben . Saben que con esta táctica hay un 70% de posibilidades de conseguir lo que quieren y un 30 % de que sus padres se pongan  “chungos” de verdad y la cosa acabe mal. Por lo que, sopesado el riesgo, se lanzan cuan kamikazes, y a los padres solo nos queda una estrategia:  la de “paciencia y resistencia” , o la de “ponerse chungos de verdad” , pero esa conlleva muchos daños colaterales y un gran desgaste emocional, yo os recomiendo la paciencia, aunque entiendo que en muchas ocasiones la que sale es de la chungueria.

Sé que pensaréis que siempre os digo lo mismo, que tanta historia para recomendar dosis de paciencia. Pero no olvidéis que la paciencia es la madre de todas las ciencias.


Marta Está Harta

El Correo Gallego

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