Enciendes la tele y no hay programa en el que no te hablen de lo importante que es en estos " tiempos de pandemia" seguir rutinas y hábitos. Hasta servidora, ha escrito sobre la importancia de estas para que nuestra vida no se desmorone entre cuatro paredes y un jardín los más afortunados. Pero luego está la vida real , los días más largos ahora que al principio del confinamiento , las horas muertas entre una tarea y otra , las ganas de meterte en la cama con una novela y una tableta de chocolate y así esperar que el tiempo pase. Y si esto nos pasa a nosotros , imaginaros a nuestros hijos adolescentes , ¿cómo lo llevará una vez pasada la emoción de las home parties hasta el amanecer y los maratones de series?.
Ahora que vamos camino al mes encerrados , ya no apetece levantarse con el brío del principio , las classroom han perdido su emoción y lo único que quieren nuestros hijos ( y nosotros también) es salir , pasear , y hasta ir al instituto, de lo que me alegro un montón ,porque me asustaría pensar que nuestros hijos podrían acostumbrarse a estar en casa encerrados con sus "pantallas" y su vida virtual .
El hastío del encierro nos lleva a olvidarnos de las rutinas , o más bien a pasar de las rutinas , y eso no es malo , no nos culpemos de no querer levantarnos todos los días a las 8 para hacer yoga virtual , cocer nuestro pan , ayudar con las tareas a los hijos .... y así un largo día programado . No es necesario que en nuestra vida todo este organizado , no es necesario cumplir horarios , cuando no vamos a llegar tarde a ningún sitio. Seamos flexibles , dejémonos llevar , sin pasar ciertas lineas rojas , no vayamos a añadirle a esto del confinamiento estrés doméstico.